Desde Ecomind ya te hemos ofrecido diversas recomendaciones para guardar los pellets en casa, e incluso algunos trucos y consejos que esperamos te hayan resultado útiles. El garaje, los baúles o casetas de jardín son sitios que sin duda se convierten en indispensables para mantener alejado al producto de la humedad. No obstante, son precisamente los silos para pellets los verdaderos protagonistas a la hora de mantener este combustible de biomasa en las mejores condiciones.
¿Qué es un silo para pellets? ¿Para qué sirve?
Los silos para pellets son contenedores enfocados a su almacenaje, cuyas dimensiones pueden variar de varias decenas de toneladas para una industria a 1-2 toneladas para una vivienda.. Estos contenedores sirven para almacenar los pellets en las mejores condiciones, evitando así los problemas que pudieran ocasionar al producto la humedad, entre otros. Ya sea utilizando un tornillo sinfín o un sistema neumático, el pellet se almacena en la parte superior del silo, siendo éste quien se encarga de descargar y enviar el biocombustible hasta la caldera.
Los silos para pellets pueden ser utilizados para almacenar el producto a mayor escala, por ejemplo en edificios públicos o empresas; como a nivel doméstico, en especial para las viviendas unifamiliares. Independientemente de a quién vayan destinados, el uso de silos son el complemento ideal para cualquier estufa o caldera de pellets. Ahora bien, antes de lanzarte a la instalación de un silo para pellets, debes conocer qué tipos existen, pues cada uno de ellos está destinado a cubrir una necesidad.
¿Qué tipos de silos para pellets existen?
Ya te hemos hablado largo y tendido sobre los diferentes tipos de biomasa que hay en el mercado. Los silos están fabricados para cubrir las necesidades según el material de la biomasa utilizado. Así, por ejemplo, existen silos para leña, astillas y por supuesto para pellets.
En concreto, los silos para pellets están categorizados en silos prefabricados, textiles, obra, subterráneos, auxiliar de caldera y carga manual. Veamos de forma más concreta y detallada en qué consiste cada uno de ellos.
Silos prefabricados: Este tipo de silos son ideales si el consumo de pellets es moderado. Generalmente su capacidad va desde las 4 toneladas en adelante, más que suficiente para una familia. Fabricados en metal y fáciles de encontrar en el mercado, los silos prefabricados cuentan con una instalación muy sencilla, aunque deberemos tener en cuenta factores como las medidas debido a su gran tamaño.
Silos textiles: Como su nombre indica, los silos textiles están fabricados utilizando tela de corte muy resistente. Este tipo de silos no deben ubicarse en el exterior en caso de que el clima no sea muy favorable, ya que los rayos UV y la humedad son sus principales enemigos. La ubicación ideal de los silos textiles es la misma que la caldera.
Silos de obra: Los silos de obra son la opción a considerar si los pellets son tu principal fuente de energía, ya sea en una empresa o bien a nivel particular. Si bien es cierto que se trata de la alternativa más costosa y por tanto la que mayor desembolso requiere (debido a su fabricación a medida), a la larga es la más rentable.
Silo auxiliar de caldera: Aunque no puede considerarse un silo como tal, en cierta manera cumple una función muy parecida o idéntica. Generalmente los silos auxiliares de caldera suelen venderse como complemento extra a la estufa o caldera, pudiendo tenerlo ubicado junto al electrodoméstico. Su principal punto flaco es la cantidad de combustible que podrás rellenar, ya que en ocasiones la capacidad es más limitada.
Silo subterráneo: Como ya habrás observado, el espacio es uno de los elementos que más debes sopesar a la hora de instalar un silo para pellets. Si éste es un problema para ti, los silos subterráneos son la alternativa idónea. Al igual que los silos de obra, su principal inconveniente es el coste de instalación; por lo demás, estos silos ofrecen cuantiosas ventajas.
Silos de carga manual: Mientras que en algunos silos la carga del biocombustible se realiza de manera automática, gracias al uso de un mecanismo neumático; en los silos de carga manual es el propio usuario quien se encarga de rellenar el producto. Una instalación muy recomendada para los que consumen pellets de forma muy reducida.