Pese al avance de los combustibles renovables en los últimos años, aún muchas personas no conocen exactamente su origen y desconocen qué es la biomasa. En general se considera biomasa a todo aquel material orgánico, ya sea de origen vegetal o animal, que puede convertirse en algún tipo de forma de energía. Por este motivo muchas personas consideran a los pellet como biomasa, pero técnicamente es un biocombustible generado a partir de biomasa, en su caso restos vegetales de diferentes tipos.
Tipos de biomasa según su origen
Podemos diferenciar tres grandes tipos según el origen, siendo algunos de ellos más sostenibles que otros.
Biomasa natural
Este tipo está compuesto únicamente por la que se produce en sistemas naturales, aunque debemos tener en cuenta que su explotación intensiva puede llegar a ser perjudicial. Sin embargo, un uso responsable y equitativo de este tipo, sin duda, se considera un recursos sostenible. Este tipo de material no se produce con la intervención del hombre y en general son residuos forestales, como la madera.
Frondosas o restos de la limpieza de los bosques son algunos tipos de biomasa natural muy utilizados, ayudando además a la reducción de incendios aumentando la limpieza de los bosques.
Biomasa residual
Las actividades humanas también pueden generar biomasa reutilizable y que podemos convertir en combustibles y energía, potenciando de esta forma una economía circular más sostenible. En las actividades humanas que utilizan materia orgánica puede obtenerse biomasa residual que contribuye a reducir la contaminación, reducir las emisiones de CO2, limitar la explotación de materias primas, reducir el espacio en vertederos, etc.
Excedentes agrícolas
En una explotación agrícola o ganadera destinada a producir alimentación para las personas se generan residuos y excedentes que pueden usarse para generar energía. Por tanto, estos restos también se consideran biomasa, y pueden ser usados en plantas de generación eléctrica o pueden transformarse en biocombustibles. No sólo hablamos de restos de plantas y árboles, también de estiércol y otros residuos orgánicos.
Biomasa producida: cultivos energéticos
En este caso hablamos de cultivos íntegramente dedicados a la obtención de biomasa y de una gran productividad a la hora de convertirla en una fuente de energía. Estos cultivos energéticos suelen elegirse por varios factores, no sólo la facilidad de convertirlos, también por las condiciones climáticas de cada zona: resistencia, resistencia a enfermedades, tiempo de crecimiento, adaptación, etc.
En muchos casos los cultivos pueden ser tradicionales, como cereales o cañas de azúcar, pero en otros casos se opta por un tipo menos convencional (cynara o sorgo dulce).
Tipos de energía de biomasa según los procesos de conversión
Existen muchos tipos de energía según los procesos seguidos para transformar la biomasa. Estos son algunos de los proceso de transformación más implementados:
- Calor y vapor – se puede generar calor y vapor mediante la combustión.
- Combustible gaseoso – el biogás puede ser usado en motores de combustión interna para generar electricidad.
- Biocombustibles – con potencial para reemplazar los combustibles fósiles habituales y no sostenibles.
- Electricidad – los recursos biomásicos pueden generar energía eléctrica verde con emisiones de dióxido de carbono mínimas.
- Cogeneración – producción simultánea de vapor y electricidad que se puede aplicar a procesos industriales que requieren los dos tipos de energía.