El pellet y la leña son dos excelentes combustibles para calentar nuestro hogar como alternativas a los combustibles fósiles. A la hora de decantarnos por uno u otro deberemos comparar varios factores: la eficiencia energética, el rendimiento y, por supuesto el precio. A pesar de que por el coste del kilogramo salga ganando la leña, el pellet cuenta con más y mejores características que lo convierten en la opción más adecuada para un sistema de calefacción doméstico. Dicho esto, ¿debo comprar pellets o leña? Profundicemos un poco más en ambos formatos, tanto en lo económico como en rendimiento.
¿Qué calienta más, el pellet o la leña?
Como ya hemos avanzado, el pellet es la opción ideal si queremos ahorrar de cara a calentar nuestro hogar. El rendimiento del pellet es mucho mayor que el de la leña, permitiéndonos además almacenarlos de forma limpia y cómoda ya que se envasan en sacos. Todo lo contrario ocurre con la leña, la cual deberá ser guardada al aire libre, ocupando mucho más espacio.
La leña y el pellet tienen un poder calorífico teórico similar, en torno a 450 kcal por kilo quemado. No obstante, cuando profundizamos en el rendimiento de ambos combustibles, los pellets son los claros vencedores. La leña produce un rendimiento máximo del 75% con respecto al PCI (Poder Calorífico Inferior), mientras que los pellets no sólo llegan hasta el 95% de rendimiento con respecto al PCI, sino que además la pérdida energética es ínfima.
¿Qué es más rentable: leña o pellet?
Entrando en conclusiones finales, el pellet no sólo gana a la leña en términos de rendimiento, también en el ahorro económico familiar a largo plazo. Sobre el papel las cifras no hablan positivamente del pellet, pero una vez en funcionamiento el ahorro del pellet es de hasta el 60% sobre la leña.
Pongamos como ejemplo una estufa de 6kw, tanto de pellet como de leña. Si ponemos en funcionamiento ambas, el consumo de la calefacción de leña será de 0,131 euros/kw. Por su parte, la estufa de pellets dará como resultado un consumo de tan sólo 0,102 euros/kw, debido a su densidad, la poca humedad y su mayor poder calorífico. Un ahorro del 21% que demuestra con números que el pellet es más barato que la leña.
Otra de las características que deberemos considerar es el mantenimiento de las estufas. Una vez más, la calefacción de pellet logra la victoria con una diferencia muy a su favor. Las estufas de leña requieren de una mayor atención que las de pellet, además de una dificultad mucho mayor a la hora de realizar la limpieza o controla la temperatura constante durante más tiempo. Las estufas de pellet generan una menor cantidad de ceniza, contando además con un sistema automatizado para la recarga de pellets.
Dicho esto y con todas las características técnicas sobre la mesa, está claro que el pellet es mucho más rentable que la leña, ¡pero no solo eso! Este combustible de biomasa además de ayudarte a ahorrar una buena cantidad de dinero es también una de las alternativas para lograr el cuidado que necesita el medio ambiente.
El pellet de Ecomind es barato, pero sin olvidarnos de que se trata de un producto de alta calidad como bien indica el certificado ENplus A1. Hablamos de un combustible que en términos de cuidado para la caldera y poder calorífico ofrece resultados óptimos, siendo además una energía renovable y limpia.
Toda la materia prima utilizada en nuestros pellets procede de bosques gestionados de manera sostenible, y si tenemos en cuenta además que evita la emisión a la atmósfera de grandes cantidades de CO2, nos encontramos con que este biocombustible es una de las alternativas más recomendables, baratas, respetuosas con el medio ambiente y eficientes para calentar nuestro hogar en los meses más fríos.