Existen varios tipos de pellets en el mercado. Los pellets de madera son la opción ideal para nuestro hogar a la hora de generar energía calorífica y, en varias ocasiones, hemos mencionado que se caracterizan por su reducido coste con respecto a otros combustibles y su alto poder calorífico que garantiza la máxima eficiencia. A la hora de comprar este combustible tenemos por delante una amplia selección de tipos de pellets de madera, pero ¿cuáles son la opción ideal y a tener en cuenta?
En el mercado encontramos opciones a la hora de comprar varios tipos de pellets de madera, cada uno de ellas con sus ventajas e inconvenientes. Para conocer cuáles son los mejores pellets de madera te explicamos a continuación en qué se diferencian y sus principales características a tener en cuenta.
Tipos de maderas para hacer pellets
A la hora de utilizar madera para hacer pellets podemos encontrar dos tipos: maderas blandas y maderas duras. Las maderas duras figuran entre las más utilizadas debido a su densidad y humedad. Sin embargo la madera blanda nos deja muchas otras ventajas, entre ellas una mayor duración del fuego. A pesar de su innegable punto a favor en los fuegos tradicionales, la madera blanda a través de la pelletización ostenta aún más ventajas que veremos algo más adelante. Con cada uno de ellos extraeremos los diversos tipos de pellets de madera.
Maderas blandas:
- Pino
- Alcornoque
- Abeto
Maderas duras:
- Fresno
- Encina
- Haya
- Olivo
- Caoba
- Roble
- Cerezo
¿Qué son las maderas blandas y las maderas duras?
Al adentrarnos en el mundo de los pellets de madera, nos encontramos con dos categorías principales de madera: las blandas y las duras. Las maderas blandas provienen principalmente de árboles coníferos, como pinos y abetos, que suelen crecer en regiones más frías y tienen agujas en lugar de hojas.
Por otro lado, las maderas duras son el producto de árboles de hoja ancha, como el roble o el nogal, comunes en zonas templadas. Aunque estas denominaciones pueden sugerir una diferencia en firmeza o resistencia, en realidad se refieren más a las características botánicas y de crecimiento del árbol en cuestión. Ambos tipos poseen particularidades que influirán en la producción y calidad de los pellets, por lo que es esencial conocer sus propiedades para hacer una elección informada.
Pellets de madera blanda: Ventajas e inconvenientes
Cuando hablamos de pellets de madera blanda, nos referimos a aquellos fabricados a partir de maderas como el pino, el abeto o el alerce, por mencionar algunos ejemplos. Estos árboles, provenientes en su mayoría de regiones frías, han sido una opción predilecta para la fabricación de pellets por varias razones.
Ventajas:
- Eficiencia en la combustión: Una de las grandes virtudes de los pellets de madera blanda es su alta eficiencia en términos de combustión. Suelen tener un contenido de resina más elevado, lo que facilita un encendido rápido y proporciona un calor consistente y duradero.
- Menor contenido de ceniza: La combustión de estos pellets tiende a dejar menos residuos en comparación con otras maderas, facilitando la limpieza y el mantenimiento de las estufas y calderas donde se utilizan.
Inconvenientes:
- Posibles emisiones y residuos: Aunque la cantidad de ceniza es menor, en algunos casos, los pellets de madera blanda pueden liberar más compuestos volátiles, lo que podría requerir sistemas de ventilación adecuados.
- Durabilidad y almacenamiento: Al ser más resinosos, pueden ser ligeramente más susceptibles a la humedad, por lo que es fundamental garantizar un almacenamiento adecuado para mantener su calidad.
Pellets de madera dura: Ventajas e inconvenientes
Profundizando en la variedad de pellets, nos encontramos con los fabricados a partir de maderas duras. Estos son originarios de árboles como el roble, el nogal o el cerezo, característicos de zonas templadas. Su naturaleza y composición brindan características distintas en comparación con las maderas blandas, haciéndolos ideales para ciertas aplicaciones.
Ventajas:
- Durabilidad y consistencia: Los pellets de madera dura, en general, tienden a ser más densos y compactos. Esto se traduce en una combustión más lenta y uniforme, garantizando un calor estable por más tiempo.
- Poder calorífico: A menudo, estos pellets poseen un poder calorífico superior, lo que significa que pueden producir la misma cantidad de calor utilizando menos material.
Inconvenientes:
- Costo: La producción de pellets de madera dura puede ser más costosa debido a la naturaleza del material y su proceso de fabricación, reflejándose en un precio más elevado para el consumidor final. Normalmente este tipo de materia prima se utiliza para elaborar otros productos y no para quemar, por ejemplo, en la fabricación de muebles.
Disponibilidad según la región: En ciertas áreas, los árboles de madera dura pueden no ser tan abundantes como los de madera blanda, lo que podría limitar su disponibilidad o incrementar su precio debido a los costos de transporte.
Maderas blandas y duras: ¿en qué se diferencian?
Como ya mencionamos con anterioridad, la madera dura siempre ha sido la más utilizada para los fuegos tradicionales gracias a su durabilidad. Parte de estas características están relacionadas con su reducida humedad. Es decir, a menor humedad, más calor proporcionará. La madera blanda, por el contrario, cuenta con niveles de humedad más altos lo que en la práctica se traduce en menos calor. Sin embargo, estas ventajas que pueden ser claras haciendo una hoguera con la madera sin procesar, se eliminan en el proceso de fabricación de los pellets.
Con las diferencias clave entre una madera y otra sobre la mesa llegamos al apartado clave a la hora de saber qué tipo es el más recomendado. Durante el proceso de pelletización, tanto la madera dura como la madera blanda se secan a un mismo nivel de humedad. La línea que separaba ambas maderas se difumina por completo, independientemente de si hablamos de alcornoque o abeto, entre otros.
Una vez eliminadas las ventajas originales de densidad y humedad de la madera dura en el proceso de pelletización, podemos afirmar que la madera blanda es superior en rendimiento calórico para crear pellets. La madera blanda como el pino tiene un mayor porcentaje de resina, lo que le permite liberar más calor y ser más eficiente.
Los pellets de Ecomind están fabricados con un 90% de madera de pino. Este tipo de madera brinda un mayor poder calorífico, a diferencia de otras especies arbóreas. Todo ello sin añadir ningún tipo de aditivo. El pino es una madera perfecta para la fabricación de pellets ya que el alto contenido en lignina permite que el proceso de fabricación tenga un resultado óptimo.
En Ecomind utilizamos solo madera 100% natural, no utilizamos ningún tipo de aditivo artificial. Además, como ya te hemos explicado, otros factores determinantes a la hora de determinar la calidad de un pellet, y por tanto a considerar si vas a comprar pellets, son: la humedad, el poder calorífico y el contenido de cenizas.
Nuestro pellet cuenta con una humedad muy reducida, menos del 5%. Por tanto, el pellet de Ecomind alcanzará su máximo poder calorífico en tiempo récord; sin duda una de las características que buscamos cuando vamos a comprar este producto. Por otra parte, los datos referentes a cenizas y finos hablan por sí solos. Con un 0,55% y 0,3% respectivamente, con el pellet de Ecomind puedes tener la tranquilidad de que los niveles de residuos generados serán ínfimos, cuidando de tu estufa y alargando el proceso de limpieza de la misma.
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